lunes, 18 de mayo de 2009

Es difícil decirte adiós



Cuando éramos niños
Los viejos tenían como 30
Un charco era un océano
La muerte lisa y llana
No existía


Cuando éramos niños
M. Benedetti


Este domingo 17 de mayo, la literatura latinoamericana vio partir a uno de sus mas enamorados hijos. Amor a la patria viéndola desde el exilio y el amor a las mujeres en su mas bella forma.
Mario Benedetti llegó al último de sus días y estoy casi seguro que con la misma honestidad con que escribió cada letra, ni se imagino nunca que seguiría tan vivo para quienes le aprecian.

Mi primera experiencia con este gran uruguayo fue cuando tenia como 18 años de edad y Alejandro Imbach me paso “primavera con una esquina rota“. De ahí en adelante ya nadie me tuvo que guiar en su búsqueda. Solos llegaron a mis manos decenas de poemas y libro tras libro fui devorando con ansias.

Así como lo ha sido Julio Cortazar, Gabriel García Márquez y muchos otros de mis escritores favoritos, fueron llenando mi corazón de realidad y ficción. Historia y amor. Odio y cariño. Pueblo y canción.

Benedetti me enseño el dolor de dejar una patria a la fuerza sin yo vivirlo de cerca. Pero también la pasión hacia la mujer. Ver le mundo desde un punto mas real, sentir mas y no tanto pensar.
Este espacio es pequeño para hablar de él, prefiero que el hable como lo hizo por tantos años. Nosotros como SEKA no podemos dejar pasar este momento de tremenda tristeza en nuestros corazones.

Bienvenida

Se me ocurre que vas a llegar distinta
no exactamente más linda
ni más fuerte
ni más docil
ni más cauta
tan solo que vas a llegar distinta
como si esta temporada de no verme
te hubiera sorprendido a vos también
quizá porque sabes
cómo te pienso y te enumero

después de todo la nostalgia existe
aunque no lloremos en los andenes fantasmales
ni sobre las almohadas de candor
ni bajo el cielo opaco

yo nostalgio
tu nostalgias
y cómo me revienta que él nostalgie

tu rostro es la vanguardia
tal vez llega primero
porque lo pinto en las paredes
con trazos invisibles y seguros

no olvides que tu rostro
me mira como pueblo
sonríe y rabia y canta
como pueblo
y eso te da una lumbre
inapagable
ahora no tengo dudas
vas a llegar distinta y con señales
con nuevas
con hondura
con franqueza

sé que voy a quererte sin preguntas
sé que vas a quererme sin respuestas.


El Sur también existe

El Sur también existe
Con su ritual de acero
sus grandes chimeneas
sus sabios clandestinos
su canto de sirenas
sus cielos de neón
sus ventas navideñas
su culto de dios padre
y de las charreteras
con sus llaves del reino
el norte es el que ordena

pero aquí abajo abajo
el hambre disponible
recurre al fruto amargo
de lo que otros deciden
mientras el tiempo pasa
y pasan los desfiles
y se hacen otras cosas
que el norte no prohibe
con su esperanza dura
el sur también existe

con sus predicadores
sus gases que envenenan
su escuela de chicago
sus dueños de la tierra
con sus trapos de lujo
y su pobre osamenta
sus defensas gastadas
sus gastos de defensa
con sus gesta invasora
el norte es el que ordena

pero aquí abajo abajo
cada uno en su escondite
hay hombres y mujeres
que saben a qué asirse
aprovechando el sol
y también los eclipses
apartando lo inútil
y usando lo que sirve
con su fe veterana
el Sur también existe

con su corno francés
y su academia sueca
su salsa americana
y sus llaves inglesas
con todos su misiles
y sus enciclopedias
su guerra de galaxias
y su saña opulenta
con todos sus laureles
el norte es el que ordena

pero aquí abajo abajo
cerca de las raíces
es donde la memoria
ningún recuerdo omite
y hay quienes se desmueren
y hay quienes se desviven
y así entre todos logran
lo que era un imposible
que todo el mundo sepa
que el Sur también existe

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