Perder o perderse

Recuerdo que faltaba poco para cumplir mis 15 años en 1992 cuando por un error que cometí, mi padre decidió tomar toda mi música y llevarsela a un lugar que aun desconozco. Hablo de cassetes y uno que otro póster que vagaban entre el metal y lo que sonaba en la radio.

Eso me dolió mucho, fue de las primeras cosas materiales que fueron arrancadas de mi vida a la fuerza y que me crearon un gran vacío. Pero los años pasaron y todo se olvido. Cero rencores.

Igual sensación regresó cuando fui a comprar mis tennis marca jordan ese mismo año y que al tenerlas en mis manos tras pagar la millonaria suma de 10 mil colones, tuve que llevar a la basura mis antiguas tennis. Siempre fueron para mi como un amigo mas, una compañía con la que recorriste muchos lugares y experiencias. Igual me volvió a doler, pero el tiempo a colaboró con el olvido.

Hace unos días fuimos víctimas de un asalto a mano armada y aunque por suerte nadie sufrió ninguna lesión, perdí mis tres guitarras eléctricas. Sabía que terminaría escribiendo acerca de esto, pero no quise correr y no poner lo que sentía en ese momento..

Cada una de ellas representan algo. Todas fueron ganadas con el sudor de mi frente, con ellas reí y estuvieron en cada paso importante de la banda desde ser nada, hasta querer ser algo.
Fueron con migo a argentina y en repetidas ocasiones a Panamá. Podría jurar que hasta las calcas que tenían son recuerdos duros de arrancar. Volví a sentir ese dolor de desapegarse de algo material.

Sin embargo, estas últimas noches estuve compartiendo no solo con la banda sino con mi familia en San José. Por ser de turrialba, nuestro grupo de amigos se hizo de lazos muy fuertes ya que solo nos hemos tenido a nosotros. Somos una familia.
Vino, buena comida, buenas historias y mientras conversábamos yo me apartaba solo para observar lo que hemos creado en todos estos años. Como dije, lo material en esta caso las guitarras duelen emocionalmente, pero la gente que ha construido esas historias aun están aquí sobreviviendo.

Cosas pueden irse de nuestras vidas, pero solo las verdaderas, solo las que tienen valor se quedan porque están como tatuadas en nuestro corazón. Por eso hay cosas y personas que se pierden, pero nosotros nunca nos perderemos.