miércoles, 22 de enero de 2014

Problemas de memoria



Un amigo me dijo una vez que al considerarnos músicos de verdad o por lo menos lo que signifique ser un “artista”, deberíamos tener el oficio de hacer una canción todos los días.
Nada fácil el deseo de mi amigo. No por que no pueda o por que no quiera, para nada. Simplemente soy de esos “románticos a la antigua” que creen que la inspiración aparece de repente y ahí es cuando debo cacharla. Por ejemplo me ha pasado estar viendo las noticias y de repente tengo que salir corriendo a escribir sobre algo que afecto mi sensibilidad. 

Otra vez  viajando en el bus de La Carpio rumbo al trabajo, un grupo de fiesteros se mandaban sus últimas gotas de licor en una esquina como si fueran una banda de perros callejeros. Saltando entre ellos, pellizcando un sorbo de aquel manantial color morado que claramente los iba a frotar por dentro y no necesariamente se trataba de que alguien estuviera enfermo. Bueno, eso al final no lo supe. Lo cierto es que me inspiraron, me movieron algo interiormente que terminó en una canción. 

Por ejemplo, mis primeros meses en chepe cuando vine de Turrialba a estudiar, los recuerdos de las noches con mis amigos en la misma esquina de siempre, los primeros besos, las primeras injusticias., los primeros aplausos del público, los primeros fracasos en conciertos, la falta de dinero, la pobreza de mi barrio, la falta de huevos para enfrentar los miedos personales.... .

 Lo cierto es que lo básico para escribir o hacer música es esa sensibilidad ante todo lo que nos rodea, ante lo que convivimos a diario. Llorar cuando veo la película La Bamba cuando el hermano de Richie grita desesperado su nombre cuando muere tras el accidente en avión. Es inevitable. O cuando escucho Sing in the Rain, o ver la despedida de The Band de los escenarios, cosas así.
Bueno, la cosa es que esto de escribir lo que sea nunca ha tenido como una especie de conjugación similar en todos los casos. No hay una receta, solo me nace. Uno debe estimularla, de eso estoy completamente seguro, pero me gusta que sea como una cabeza de agua que llegó a tanta emoción que terminó por desbordarse.
A través del tiempo he hecho de todo con tal de mantener no solo en papel sino en mente las canciones. 

Quienes me conocen bien, saben que de repente puedo tener una iluminación de ideas, fechas y hechos, pero en un segundo todo se me olvida y no recuerdo pero ni mi número de teléfono. Entonces ante esa desesperación o temor de perder buenas ideas he hecho varias cosas para ayudarme.

Recuerdo que la primera fue hace unos 10 o 12 años en Curridabat. Vivía con muy buenos amigos de bandas entre ellos Adrián Poveda y Cristian Montero. Fue una época de construcción y destrucción a la vez, una gran paradoja del tiempo en donde la música de seka y ufo de repente fue aceptada y tuvo su momento. Ya para eso mis problemas de memoria eran terribles, así que todas las mañanas cuando despertaba con alguna buena idea musical me levantaba y la escribía en un papel en blanco que había comprado con antelación. Luego la pegaba en la pared.
Así que se pueden imaginar que después de unos meses, mi cuarto era un tendedero de papeles. Algunos escritos a mano y otros taipeados en las compus del brete.
Muchas de esas canciones se mezclaron entre sí y otras permanecieron intactas para el disco que terminó llamándose Folklore para un nuevo mundo.  Justo antes de empezar a grabar ese disco que además nos llevó por todos los estudios que recuerdo, decidí poner en práctica otra fórmula para aprenderme las canciones.

Fue entonces cuando decidí no volver a escribirlas, sino que las iba montando en mi cabeza y aplicando la memoria. O sea, que si inventaba y editaba una estrofa, la repetía durante días en mi cabeza. De repente encontraba una mejor forma para que rematara o diferente forma de decir lo que quería. Por ejemplo, "Entre la vida y la muerte" nunca ha sido escrita. Aunque supongo que venía la letra en el folleto del disco. Sin embargo toda la monté en mi cabeza y nunca conocieron papel. Así sucedió con un par más hasta que decidí volver al viejo y tradicional formato de escribirla porque me empezaba a poner un poco más loco de lo normal.

Al final, me gusta bastante el resultado de la canción, sin embargo a este momento de lo que les estoy contando he olvidado cual era el objetivo de toda esta verborrea.....

Vayan ustedes a disculpar, je je je….


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